La fortuna ha querido que al final me decidiera por quedarme en Melbourne. El día que llegué desde Sydney había 41 grados a las ocho y media de la tarde. Un infierno. Mi plan era pegar un salto a la frondosa Tasmania, isla que queda justo enfrente. Tasmania arde desde entonces. Hay más de 100 casas destruidas, turistas aislados en playas y rescatados en helicópteros... A veces no sabe uno lo importante de las decisiones que toma. Querida Melbourne. Disfrutando de esta acogedora ciudad que fue votada en 2012 como la ciudad con más calidad de vida del mundo (
ver artículo de El País), mi cámara nocturna tomó estas imágenes.
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The Arts Centre Melbourne |
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Central Station Tower |
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