08 diciembre 2012

Entre cocodrilos

Darwin está rodeado de parques nacionales. El más grande de Australia y más importante por su riqueza natural y cultural aborígen es el Parque Nacional de Kakadu, a 4 h y media de trayecto por carretera. Para visitarlo se necesitan 2-3 días, y como no dispongo de mucho tiempo me tuve que decidir por su hermano pequeño, el Parque Nacional de Litchfield, que se encuentra algo más cerca y no es tan grande. La excursión por el río Adelaide en busca de cocodrilos a los que alimentar fue la primera emoción del día. Los cocodrilos de agua salada, de 5 metros de largo como promedio, son unas máquinas de matar, "killing machines", como les llama el guía. Y los tuvimos bien cerca para comprobar el poder de sus fauces. Impresionante.



El parque está  sembrado de termiteros. Los hay de dos tipos. Las catedrales son "edificios" de varios metros de altura, el de  la foto se calcula que tiene 50 años.  La tecnología que despliega la termita es realmente asombrosa.  Los aposentos se mantienen siempren a 28 grados, todos los días del año.  Las hormiguitas se encargan de ir abriendo y cerrando aquí y allá para que corra el aire y se ventile todo según las necesidades.


La otra modalidad son lor termiteros magnéticos, que son planos y cuyas dos caras están orientadas al norte y sur magnéticos respectivamente. No es un campo de tumbas como aparenta a primera vista!


Para terminar la jornada, cascadas y pozas (con algún potencial  cocodrilo, pero de los buenos, los de agua dulce, que solo comen pececitos). El  baño se hizo delicioso, con el calor que soportamos todo el día...



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